La Gioconda, la famosa pintura del italiano Leonardo da Vinci, fue víctima de la furia y frustración de una mujer rusa que no logró obtener la ciudadanía francesa, según informó hoy el diario Le Parisien.
Ella no tuvo mejor idea que arrojar una copa de cerámica contra el cuadro para descargar su enojo. El hecho ocurrió el pasado dos de agosto y la mujer fue arrestada de inmediato.
“La mujer arrojó una copa vacía a la Mona Lisa, pero no se produjeron daños porque la copa se rompió cuando golpeó con la pantalla que protege la pintura”, dijo David Madec, portavoz del museo Louvre.
La Mona Lisa, que está protegida por una pantalla a prueba de balas, es una de las obras más valiosas del Louvre y fue vista por unos 8,5 millones de visitantes el año pasado. Pero a pesar del ataque, sigue sonriendo igual de misterios que siempre.
“Estaba visiblemente alterada”, añadió, diciendo que había sido varias veces sometida a análisis psiquiátricos. Indicaron que la mujer había escondido la copa de cerámica en su bolso y que le dijo a la Policía que estaba enojada porque no le habían otorgado la ciudadanía francesa.
Si bien ha sido recientemente liberada, enfrenta acciones legales por parte del Louvre. Aunque para algunos, padecería el llamado síndrome de Stendhal, que hace que las personas actúen de forma irracional cuando las conmueve una obra de arte.
OTROS ATAQUES. Pero ya distintos museos franceses han sufrido similares problemas.
En el 2007, un hombre entró en el Musee D’Orsay de París y dañó una pintura del impresionista francés Claude Monet.
En el 2008, una mujer camboyana fue condenada a servicios comunitarios después de besar una pintura del artista estadounidense Cy Twombly en una galería en el sur de Francia, dejando lápiz labial en el lienzo.