Un derbi es un derbi. No importa la diferencia de presupuestos ni la calidad de los jugadores. Y por eso, el Espanyol salió a chocar con todo ante el Barcelona. Fue un partido vibrante, que se jugó con todo, pero los de “Pep” parecen de otro planeta.
El “Cerebro” Iniesta se encargó de poner las cosas claras a la media hora de juego. El Espanyol persistió, pero comenzado el segundo tiempo, Piqué se encargó de sellar el triunfo azulgrana.
Eric Abidal ingresó en el segundo tiempo y, tal como sucedió ante el Real Madrid el martes, fue ovacionado por todo el Camp Nou. El lateral se ha recuperado rápidamente y se proyecta a recuperar el puesto que dejó vacante.