
La selección brasileña le ganó 1 a 0 a la local Sudáfrica, en partido correspondiente a una de las semifinales de la Copa Confederaciones.
El único gol del partido fue obra del ingresado Dani Alves a los 87 minutos, tras ejecutar un magistral tiro libre.
Fue un partido muy cerrado, con pocas ocasiones de gol en ambos partidos. Los sudafricanos, sabiendo del poderío del cuadro dirigido por Dunga, se defendieron muy bien. A partir de ello, atacaron al último campeón y pudieron ganarle.
Intentaron mucho por las bandas y con tiros de media distancia. No mucho, pero complicaron el arco que defendió Julio Cesar.
Los brasileños, por su parte, no fueron las máquinas que habían mostrado ser en los partidos anteriores. En ellos, la potencia de Kaká, la eficacia de Luis Fabiano y el regate de Robinho fueron fundamentales. Esta vez no fueron suficientes. El rival no dejó jugar.
Solo pudo ser capaz Brasil de ganar con un tiro libre extraordinario. Dani Alves ingresó por André Santos, tocó un par de pelotas y se encargó de patear un libre a los 87. Lo ejecutó al palo del portero, por fuera de la barrera. Un golazo.
Fue la única forma de vencer a un equipo que se llevó las palmas por tan buen partido ante el “Scratch”, al que asustó y pudo haber vencido.
Alineaciones:
Sudáfrica (0): 16. Khune; 2. Gaxa, 4. Mokoena, 14. Booth, 3. Masilela; 13. Dikgacoi, 5. Mhlongo; 12. Modise (21. Mashego), 10. Pienaar (11. Van Herdeen), 8. Tshabalala (9. Mphela); 17. Parker. DT: Joel Santana.
Brasil (1): 1. Julio Cesar; 2. Maicon, 3. Lucio, 14. Luisao, 16. André Santos (13. Dani Alves); 8. Gilberto Silva, 5. Felipe Melo, 18. Ramires, 10. Kaká; 11. Robinho, 9. Luis Fabiano (20. Kleberson). DT: Dunga.
Árbitro: Massimo Bussaca (Suiza).
Tarjetas amarillas: Felipe Melo, Masilela, André Santos, Dani Alves.
Estadio: Ellis Park, Johannesburgo.