
China, el principal aliado de Corea del Norte, llamó hoy a la calma a las dos Coreas para evitar una escalada de violencia en la península luego del ataque norcoreano contra la isla de Yeonpyeong que dejó cuatro muertos, dos de ellos civiles y los otros dos militares, además de 16 soldados heridos.
“China insta de manera firme tanto a Corea del Norte como a Corea del Sur a que mantengan la calma y la contención y a que inicien un diálogo y contactos a la mayor brevedad posible”, destacó en un comunicado el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hong Lei.
Hong añadió que el régimen de su país se opone a “cualquier acción perjudicial para la paz y la estabilidad” en la península coreana y expresó su “tristeza y pesar por las pérdidas humanas y materiales”. Además, reiteró la preocupación de Pekín por el desarrollo del conflicto.
Shi Yinhong, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Popular, dijo al diario South China Morning Post que Pyongyang no consultó con Pekín antes del ataque, pero al igual que otros expertos chinos, no cree que el incidente desencadene una crisis mayor.
CRECE LA TENSIÓN. En tanto, manifestantes desfilaron hoy en Seúl para condenar la ofensiva del país vecino y exigir la reacción inmediata del gobierno. Ante el Ministerio de Defensa, exigieron “venganza” y quemaron retratos del dirigente norcoreano Kim Jong-Il y de su hijo y posible sucesor Kim Jong-Un.