El crecimiento de las descargas ilegales a través de Internet está llevando a las tradicionales tiendas de alquiler de películas a una situación límite. Ni la multinacional Blockbuster se salva de la crisis
El crecimiento de la piratería como consecuencia de la facilitación que ofrece la Internet para poder obtener películas de manera gratuita e ilegal está llevando a los tradicionales videoclubes a un ocaso del que parece no haber salida.
Incluso multinacionales como Blockbuster parecen ir perdiendo terreno en un mercado que sufre una crisis sin solución. Incluso las editoras viven las consecuencias. Este año no pudieron evitar la quiebra LK-Tel y Gativideo.
El caso de Blockbuster es emblemático. Hace diez años vivió su momento de mayor esplendor. Sin embargo, desde hace dos años está en crisis. En 2007 poseía 83 locales. Hoy, según el diario Clarín, cuenta con 60. Y hoy muchas de ellas también se inclinaron a la venta de productos de librería para no perder rentabilidad.
Fuente: Infobae