
La construcción de una infraestructura de primera línea, con una inversión de unos 350 millones de dólares, y condiciones deportivas y de seguridad garantizadas, eran los principales argumentos de Lima en su fallida aspiración a organizar los Juegos Panamericanos del 2015.
Con el firme apoyo del Gobierno central y del ayuntamiento capitalino, Lima ofreció recibir por primera vez al torneo continental en 34 escenarios deportivos y polideportivos, así como en 22 sedes de entrenamiento.
La antigua “Ciudad de los Reyes” cuenta con condiciones inmejorables para la práctica deportiva, con una estratégica ubicación al nivel del mar, a orillas del océano Pacífico, y con un clima benigno.
“En julio, mes propuesto para los Juegos Deportivos Panamericanos, Lima ofrece un clima templado que oscila entre 15 grados y 19 grados centígrados, con escasas y leves lloviznas”, destacaron los organizadores.
“Lima, que por su historia y su presente es una de las ciudades más importantes de América, se ha propuesto ser la sede de los XVII Juegos Deportivos Panamericanos 2015 con la seguridad de que cuenta con la infraestructura necesaria para ser el gran escenario de dichas competencias”, según el Instituto Peruano del Deporte (IPD) en su campaña de promoción.
Celebrar los Panamericanos “supondrá para Lima perfeccionar sus esfuerzos de modernización y consolidar la radical transformación material y cultural de las últimas dos décadas”.
“Por ello, el gobierno peruano ha declarado su postulación de “interés nacional” y le brinda su máximo respaldo y las garantías financieras que se requieren para ampliar, renovar y construir los escenarios deportivos”, acotó el IPD.
El escenario más notorio, sede de la inauguración y clausura, el 3 de julio y el 19 de julio del 2015, sería el Estadio Nacional, inaugurado en 1952 y con una capacidad para 45.000 espectadores y en proceso de modernización.
El proyecto comprende el hundimiento de la cancha y de la pista atlética para colocar gradas adicionales en la zona baja y remodelar las áreas internas para adaptarlas a las normas vigentes.
Además, se construirán 350 palcos y un restaurante en la parte superior, se modernizará la fachada y el techado de sus cuatro tribunas y se erigirá una torre mirador y un estacionamiento subterráneo a dos niveles en la explanada sur.
Según lo planificado, estos trabajos se concluirán en octubre del 2010 con un costo total de unos 40 millones de soles (13,3 millones de dólares).
La Villa Deportiva Panamericana se construiría en un terreno estatal de 110.000 metros cuadrados, con la intención de albergar a 7.500 atletas y oficiales en 1.100 departamentos agrupados en 18 edificios.
“La Villa Panamericana estará ubicada en la parte central del litoral de la ciudad de Lima, frente al mar y estratégicamente equidistante de las diferentes sedes deportivas de competencia y entrenamiento, de los hoteles asignados a los Juegos”, según señala la página oficial del torneo.
El complejo se construiría en la modalidad de proyecto de iniciativa privada y su ejecución tomará dos años y medio, con el objetivo de que esté totalmente listo a inicios del 2015.
Según el presidente del IPD, Arturo Woodman, la Villa Olímpica demandará la inversión de unos 160 millones de dólares.
Los demás escenarios, que incluyen la construcción de nueva infraestructura, así como la remodelación y modernización de la ya existente, demandaban otros 200 millones de dólares.
“El dinero se va a recuperar porque, además del turismo que generará este evento, la Villa Olímpica podría venderse al capital privado como viviendas”, indicó Woodman.
El Ejecutivo consideraba que los Panamericanos serían el espaldarazo que necesita Perú para confirmar su sólido crecimiento en América Latina, y Lima para mantenerse entre las mejores ciudades para hacer turismo y negocios, al tiempo de disfrutar de su rica historia y gastronomía.
EFE.