Windows 7 llegó hoy a unas 45.000 tiendas del mundo con la ambición de implantarse en todo tipo de ordenadores y lograr que haya “un PC para cada usuario y para cada contexto”, anunció el director general de Microsoft, Steve Ballmer.
“Cuando Bill Gates creó Microsoft (hace tres décadas) su eslogan era que hubiera un PC en cada escritorio y cada hogar. Con Windows 7 queremos que haya un PC para cada persona, cada habitación y cada contexto”, explicó hoy Ballmer en una entrevista con Efe poco antes de protagonizar la presentación más ambiciosa de Microsoft en años.
El carismático directivo explicó así una de las principales novedades de la última versión del sistema operativo más utilizado del mundo: “Windows 7 está diseñado para operar en toda la gama de computadoras, desde los “netbooks” más sencillos de menos de 300 dólares, hasta los ordenadores y plataformas más sofisticadas”.
Con este esperado lanzamiento de Microsoft, comparable con el de Windows XP poco después de los atentados del 11-S, el gigante del software (y el conjunto de la industria) confía en impulsar la venta de ordenadores tras un duro año de recesión.
“De los más de 300 millones de ordenadores que se venderán el próximo año, más del 90% llevarán Windows 7, aunque también habrá mucha gente que compre el programa por separado para actualizar su software”, explicó Ballmer sobre el que está llamado a ser el gran sucesor de Windows XP.
Bajo ese sistema operativo funcionan aún 7 de cada 10 ordenadores del mundo, mientras que su sucesor, Windows Vista, que llegó al mercado en 2007, solo está en 2 de cada 10, ya que los problemas que generaba a los usuarios (desde lentitud en el arranque hasta errores de compatibilidad) lo convirtieron en un fracaso comercial.
“En total, 96 de cada 100 personas que usa un ordenador tiene Windows”, apuntó a Efe Ballmer, quien reconoció que “no cabe duda de que con el éxito que tenemos, debemos hacer grandes esfuerzos por hacerlo siempre mejor y superar a nuestros competidores”.
En ese sentido, se mostró “completamente entusiasmado” con el nuevo programa, porque “es el mejor Windows que existe”.
“Va a ser un gran año” para un programa que permite usar el ordenador a través de pantallas táctiles y crear redes fácilmente, para que desde un mismo equipo se puedan gestionar todos los dispositivos del hogar, incluidas impresoras, televisores y cámaras de fotos”, destacó.
Ballmer defendió que el lanzamiento en este preciso momento de Windows 7, que tuvo como epicentro en el barrio neoyorquino de SoHo, no está relacionado con el inicio de la recuperación económica que se atisba en muchos países, incluido Estados Unidos.
“Tenemos el sistema operativo más usado del mundo y eso nos permite saber qué quiere la gente: más velocidad, más capacidad y más sencillez, así que esto es lo que ofrecemos”, defendió.
En el desarrollo de esta versión han participado entre 3.000 ingenieros, 50.000 socios comerciales y ocho millones de usuarios que lo probaron antes de su salida al mercado, donde llega con una interfaz más similar a la de Apple su máximo competidor.
También explicó que la compañía “hace constantes esfuerzos para asegurarse de que sigue a la cabeza de las nuevas tecnologías y saca provecho de las innovaciones”.
Ballmer, quien reconoció a sus 53 años que él mismo no se ve en Microsoft dentro de 20 años, aseguró que su trabajo “es garantizar que la compañía sí seguirá ahí”, para lo que un reto constante es combatir la piratería.
“Cada día es más duro, especialmente en países como en China. Tenemos que trabajar mucho para educar sobre el valor del software legal, desincentivar la piratería y proteger los programas”, explicó el directivo.
Además, hoy Microsoft también abre su primera tienda exclusiva de la historia, en una clara imitación de Apple, y en la víspera de la presentación de sus resultados trimestrales.
Para acompañar al lanzamiento de Windows 7, Ballmer presentó también toda una serie de nuevos PCs, desde “netbooks” muy económicos, hasta portátiles ultrafinos, pantallas táctiles y sofisticadas máquinas para juegos.
Todos ellos soportarán un programa que arranca mucho más rápido que su predecesor, consume menos y sincroniza más fácilmente los teléfonos móviles y otros dispositivos.
Entre las novedades visuales más curiosas, Windows 7 permite arrastrar una ventana abierta al borde de la pantalla para cambiar automáticamente su tamaño, ajustar dos ventanas diferentes para poder comparar y sacudir el ratón sobre una para minimizar el resto.