
Mejor debut habría sido imposible. Michael Owen inició su camino en el Manchester United convencido de defender con honores la histórica camiseta número 7. Por eso, el Golden Boy se lució con el gol de la victoria del equipo Devil por 3-2 sobre un combinado de futbolistas malayos, en Kuala Lumpur.
El delantero salió al campo de juego en el minuto 61 y esperó hasta los seis minutos finales, cuando aprovechó un rebote cedido por el portero Mohammed Farizal Marlias tras un embate de Ryan Giggs, y definió con su pierna derecha al palo más cercano.
El duelo había comenzado con cierta tranquilidad para los británicos, ya que habían llegado al entretiempo, con una ventaja de dos goles, gracias a los tantos de Rooney y Nani.
Después, Mohammed Amri se lució con un doblete y había plantado el suspenso provisorio sobre el desenlace del juego.
“Michael es diferente al resto de los delanteros que tenemos. Siempre estuvo buscando en las cercanías del área y reaccionó muy bien, para poder convertir su gol”, expresó Sir Alex Ferguson, orgulloso.
Estreno de maravillas para el ganador del Balón de Oro 2001, que legó con la dificil tarea de reemplazar a Cristiano Ronaldo y comenzó a ganarse el cariño de los fans.