Los cultivos de hoja de coca en Perú crecieron en 4,5 por ciento durante 2008, lo que significó una “producción potencial” del 36 por ciento del clorhidrato de cocaína del mundo, reveló hoy un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Los resultados del “Monitoreo de Cultivos de Coca” fueron presentados en Lima por el representante para Perú y Ecuador de la UNODC, Flavio Mirella, y el presidente ejecutivo de la estatal Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Rómulo Pizarro.
El informe precisó que durante 2008 se cultivaron 56.100 hectáreas de hoja de coca, un 4,5 por ciento más en comparación al 2007, cuando fueron 53.700 hectáreas.
El mayor crecimiento de estos cultivos, un 4,4 por ciento, se dio en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), zona selvática dominada por los cárteles del narcotráfico y donde las fuerzas armadas combaten a los remanentes terroristas de Sendero Luminoso.
Esta cantidad de hoja de coca permite establecer, según el informe, una “producción potencial” de clorhidrato de cocaína de 302 toneladas métricas, un 4,1 por ciento más que las 290 toneladas del 2007.
De esa manera, se estableció que Perú produjo el 36 por ciento de la producción mundial de cocaína en 2008, en comparación con el 29 por ciento del 2007.
Mirella aseguró, sin embargo, que estas cifras implican “un ligero incremento” en la producción de la coca y son similares al porcentaje que se dio en 2007 en relación al año anterior.
Agregó que el descenso en un 18 por ciento en la producción de hoja de coca en Colombia “ha puesto gran presión en Perú” y que la tendencia al crecimiento de los cultivos se concentra en un 85 por ciento en el VRAE, la cuenca del Alto Huallaga y las zonas de La Convención y Lares.
En estos dos últimos lugares, remarcó, el aumento está ligado con el comercio legal de la hoja de coca, que en Perú tiene un ancestral uso desde su consumo en mate o por sus propiedades medicinales.
EFE