La atípica ceremonia se celebró el sábado, durante un vuelo sobre la Florida. La novia vistió de blanco y sus pendientes, muy adecuados para la ocasión, representaban pequeños planetas. El novio en tanto, lució esmoquin oscuro y gemelos en forma de nave espacial según informa el diario español ABC.
La ceremonia fue oficiada por el ex astronauta y cofundador de la empresa Zero G Richard Garriot y que además es juez de paz.
Durante la boda hubo dos momentos especialmente complicados. El primero fue durante el intercambio de anillos y el segundo fue el del beso porque flotando, intentaban conseguir que sus labios coincidieran.
Para recrear las condiciones de ingravidez sin necesidad de ir al espacio (como ellos hubieran querido) el avión ejecutó maniobras de vuelo parabólico, subiendo a gran altura y dejándose caer después libremente en varias ocasiones durante la hora larga que duró el viaje completo.
Es precisamente durante las caídas (cerca de un minuto cada vez), cuando los viajeros experimentan la falta de gravedad y flotan, como lo harían fuera de la Tierra, dentro del avión en una zona de 27 metros de largo cuyos suelos y paredes están debidamente acolchados y provistos de agarraderas.
ABC