
Estás sólo y herido. Esos malditos hijos de Hitler te han detenido y en esta infecta cárcel no aguantarás mucho… debes huir y, de paso, acabar con todo Nazi que se te aparezca. Eres un soldado y ellos también, pero amigo tú aprendiste a golpear en la granja del tío Billy, allá en Texas, y entre eso y tu sangre americana que te confiere más fuerza y resistencia, tienes las de ganar.
Pero esto es ‘Wolfenstein’ y hace mucho tiempo que se pegó el salto del tiburón, así que sin comerlo ni beberlo te vas a enfrentar al último engendro de las SS… un auténtico Invisi-Ninja Nazi, o lo que viene a ser lo mismo, el típico enemigo ágil y que aparece y desaparece cuando le da la gana.
No deja de ser curioso cómo ha evolucionado un juego que, en sus primeras versiones, nos hacía enfrentar contra desalmados perros y nazis con casco. Es el devenir del tiempo y la necesidad de buscar el “todavía más” lo que ha conseguido que en un clásico aparezcan hasta Ninjas. No pasa nada, habrá que disfrutarlo