
La derrota por 3-2 de Chile ante Argentina en el Sudamericano Sub 20 terminó con un clima de confusión, acusaciones al árbitro peruano Víctor Hugo Carrillo y las protestas de los chilenos en el Estadio Monumental de Unsa, en Arequipa.
Los chilenos se quejaron por el penal marcado que originó el empate argentino. Además, el técnico César Vaccia denunció que el juez amenazó con expulsar a Bryan Carrasco, lo que motivó el estado de alteración de uno de los mejores jugadores de su equipo.
“Hubo varias situaciones. Primero un penal que no fue y luego Bryan Carrasco me dijo que el árbitro lo amenazó con expulsar, por eso tuve que quitarlo del campo¿, afirmó el entrenador. ¿Fue un regalo que ellos no merecían. No voy a dormir esta noche¿, completó.
Las protestas chilenas también se reflejaron en las dependencias internas del estadio. Algunos dirigentes quisieron expresar su disgusto por la actuación de Carrillo y se produjo un tumulto en el pasillo que separaba los vestuarios de Chile y de los árbitros.
A la salida del estadio, Terra intentó conversar con el árbitro peruano sobre el incidente. Cercado por dos guardias de seguridad que hacían de escolta para evitar nuevos problemas, Víctor Hugo Carrillo prefirió mantener el silencio.
Más trabajo
Los guardias del Estadio Monumental de Unsa tuvieron todavía más trabajo durante la noche de jueves. Durante el primer tiempo de Colombia-Brasil, hinchas colombianos comenzaron a pelear en las gradas y tuvieron que ser controlados por la policía. El hecho culminó con dos detenidos.