
La tristeza se apoderaba de los rostros de los aficionados huachanos, porque el gol no se asomaba al Juventud Barranco. Las pocas oportunidades para anotar eran resueltas por el golero pucallpino que impresionó a los delanteros locales. Sin embargo, los selváticos no contaban con la presencia de un menudo jugador de apenas 17 años que les aguaría la fiesta.
Cuando los más de seis mil espectadores que se asomaron al estadio Segundo Aranda Torres se resignaban con el empate, Walter Sáenz de un golpe de cabeza desató la euforia huachana y devolvió, a más de uno, el sueño del triunfo. Su primer gol con la casaquilla azulgrana no podía ser mejor que dándole una victoria agónica a su equipo, que lo vio debutar en el futbol macho.
Instantes después, Máximo Beltrán, José Yances, Sheu Obregón, Segundo Benítez y el resto de la oncena de Daniel Ruiz abrazó al salvador de la jornada. Las tres tribunas estallaron de júbilo y celebraron sin discreción el gol que podría darles una clasificación a la siguiente fase de la etapa nacional, cuando visiten la calurosa Pucallpa la próxima semana.
El tanto milagroso de Walter Sáenz cubrió las imprecisiones que tuvo el elenco huachano en el segundo tiempo. Carlos Mogollón no tuvo las mismas facilidades para arremeter el área rival que en el primer tiempo. Leonardo Caballero desenchufado del cuadro barranquino, José Yances obstaculizado por sus oponentes y Sheu Obregón con gran ritmo, pero desordenado en los metros finales.
No obstante, el primer tiempo fue diferente para Juventud Barranco, que sorprendió al rival con los constantes ataques por sus laterales. Sin embargo, en los primeros minutos, el árbitro anuló un gol a los visitantes por una mano de su delantero al momento de definir frente al arquero Goyoneche. El gol de los azulgranas llegó por intermedio de José Yances, a través de un penal. Antes que finalice la primera parte, Jhonny Oliveira empató para los selváticos.
Al parecer los jales de última hora y la disyuntiva con Deportivo Municipal por la clasificación a esta etapa no dejaron entrenar con tranquilidad a Juventud Barranco. Estas distracciones pudieron costarle caro. Por lo pronto, los aficionados se retiraron del Segundo Aranda Torres tranquilos, porque la casa se respetó una vez más.
En síntesis, el elenco huachano tendrá que trabajar –en estos días– para que haya una mejor cohesión en su oncena, porque en los primeros 90’, los pucallpinos demostraron ser un cuadro más solidario y unido. La próxima semana el destino definirá la suerte de ambos cuadros. Cualquiera que presente un as bajo la manga avanzará a los cuartos de final.