Haití, uno de los países más pobres del planeta, ha sido golpeado por un potente terremoto que ha causado un número indeterminado de muertos y ha traído abajo edificios y casas de Puerto Príncipe, la capital. Ni el palacio presidencial ni ministerios se salvaron.
Según los primeros reportes, el terremoto de 7.0 grados en la escala de Richter, registrado a las 4.53 de la tarde, ha provocado una catástrofe de grandes proporciones y la situación podría haber sido peor aún si no se levantaba la alerta tsunami dada por el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico.
El epicentro se registró a 10 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, a 10 kilómetros de profundidad. Y el remezón se sintió con fuerza en República Dominicana y Cuba.
Pero la peor parte sin duda alguna la ha llevado la capital haitiana. Estaría convertida en ruinas, con el palacio presidencial, tres ministerios, la sede de las fuerzas de paz de la ONU, un hospital, edificios severamente dañados o colapsados y debajo de los escombros habría muchos muertos y personas luchando por sobrevivir. Un severo castigo para un país que vive en la miseria, donde gran parte de la población no cuenta con servicios básicos -agua y luz- y tiene que mezclar tierra con harina para preparar pan y así poder subsistir.
“El centro de Puerto Príncipe fue destruido, es una verdadera tragedia”, declaró un habitante de la capital, que tuvo que caminar varios kilómetros para llegar hasta su casa en medio de escenas de pánico.
El gobierno haitiano no ha dado ningún tipo de información oficial ni detalles sobre lo ocurrido hasta el cierre de esta edición. El único funcionario que ha hablado ha sido el embajador ante Estados Unidos, Raymond Joseph, y sus desesperadas palabras hacen temer lo peor: “Haití es el país más pobre del hemisferio y ahora ha sido sacudido por la peor catástrofe, llamo a todos los amigos de Haití para que por favor nos ayuden”.
“Mientras Haití atraviesa el peor día de su historia, pido respaldo”, insistió en declaraciones a la cadena CNN poco después de conversar con un funcionario del gobierno en Puerto Príncipe.
Y su llamado fue escuchado. El presidente estadounidense, Barack Obama, ofreció ayuda humanitaria. “Estamos monitoreando estrechamente la situación y estamos listos para asistir al pueblo de Haití”, dijo el gobernante al tiempo que anunció que reza por los afectados.
República Dominicana y Venezuela también se pronunciaron en el mismo sentido. El terremoto, que enlutó a los haitianos, duró 53 segundos y fue seguido de tres fuertes réplicas de más de 5 grados, pero, sin duda alguna, la reconstrucción de este país no tiene límite de tiempo. Tardará mucho, si no miren Pisco han pasado dos años y aún falta mucho por hacer.