
Son todas finales, aunque se juegue con el colista en casa. Ya no hay partidos que no sean importantes, ya no hay respiro. Y rendir examen todos los días no es fácil. A partir de ahora mismo, ya no importa si se jugó bien, mejor o peor. Importa ganar, y el Barcelona lo hizo.
Empezó el conjunto del Pep Guardiola con la única intención de llevarse las palmas ante su gente. La ausencia de Messi, que estaba en el banquillo, hacía parecer que el campeón se tomaría las cosas con la calma que lo caracteriza pero sin demasiadas presiones. Y no fue así, desde el minuto uno el Barça siguió apelando a su juego colectivo con verticalismo e intensidad.
Lo tuvo Henry en el comienzo pero el francés hace rato que no es aquel que supo regalarle al Arsenal tantas alegrías. Y debió esperar el Barcelona a la aparición del canterano venezolano Jeffren, que se vistió de Alves –suspendido-, y cogió un pase en profundidad. Resvaló y desde el mismo piso imaginó un regate con un poder de reacción increíble que le salió tan bien que lo dejó solo frente a Renan para definir al segundo palo del portero casi sin ángulo.
Llegó el momento de Henry, que no se olvida quien fue, porque sigue siendo, y aprovechó un pase de Zlatan Ibrahimovic para sentenciar el partido. Iban apenas 24 minutos y ya todo estaba decidido… pero fue sacer del medio, un error de Chygrynskiy al controlar el balón, se aprovechó Mario Bermejo y con un fortísimo remate a la escuadra de Valdés le devolvió la emoción al partido.
Es que este Xerez no es el mismo de inicio de temporada. Más allá de estar casi sentenciado a volver a la Liga Adelante, es un equipo desde que lo cogió Néstor Pipo Gorosito que no sólo lucha, sino que juega bien al fútbol, es inteligente para aprovechar los errores rivales pero aún no ha podido ser más eficiente para eliminar los propios.
Así se fue al descanso el luminoso. Y el reencuentro fue toda una sorpresa. El Xerez se dispuso a por la igualdad y casi lo logra aprovechando un error de Valdés –que más allá de esto fue genio y figura- pero Bermejo convertía en posición adelantada. Y luego un cabezazo contra el porte del delantero del conjunto andaluz casi termina en la red, pero salvó Valdés –el portero que pide a tapadas selección-.
Y en una de esas se marchó Touré, habilitó a Ibrahimovic que entrando solo convirtió la ahora sí sentencia. Luego del mazazo ya el Xerez no pudo confiar en sí mismo. El Barcelona tuvo un par más para aumentar, ingresó Messi al campo, y el colegiado expulsó en el minuto 90 a Alustiza y Orellana, para que el Xerez termine de resignar lo que ya parecía impotencia.
Ganó en su ley el Barça y en su ley perdió el Xerez, pero lo cierto es que a partir de ahora los goles valen doble… la recta final se acerca al epílogo y ya no es cuestión de errores o aciertos, sino de victorias más allá del juego. De puntos y más goles, de carácter y números, y el Barcelona aprobó su primer examen eliminatorio.
Fuente: Goal.com