
El marco en el Niño Héroe Manuel Bonilla presagiaba un desenlace auspicioso para los miraflorinos. Ante aproximadamente 500 espectadores, la tarde soleada fue testigo de un nuevo hito en el palmarés de DIM. Los albos, desde que pisaron el terreno de juego, tomaron el control de las acciones y acorralaron contra su pórtico a un conjunto iquiteño que, probablemente, pagó caro el hecho de salir a especular en lugar de proponer.
Efectivamente, en los primeros minutos, el trámite del partido tomó un solo rumbo. DIM, encabezado por la labor creativa de John Vargas (reapareció en la oncena titular) y el desenfado de Carlos Peralta en el frente de ataque, puso contra las cuerdas a la UNAP. Así, a los 11’, se generó la primera clarinada de alerta: al ‘15’ miraflorino le llegó un servicio desde el sector izquierdo y sacó un furibundo remate que, para su mala fortuna, fue bien conjurado por el portero Lomas. Igual, el tanto, no tardó en llegar.
Sobre los 24’, cuando el apremio local era constante, Wilmer Saez le entregó un pase milimétrico a Peralta, quien intentó sombrear al portero cuando se instalaba en el área. Sin embargo, el pequeño atacante fue derribado dentro del área por el lateral Bonilla. El árbitro Miguel Magallanes, de correcta actuación, sancionó la pena máxima. Tras superar una serie de reclamos por parte de los universitarios, José Vela se posicionó frente al esférico y convirtió el primero de la tarde, pese al esfuerzo de Henry Lomas, quien solo atinó a manotear el balón, pero sin fortuna.
Tras el tanto, UNAP reaccionó e intentó salir de su territorio vía las trepadas por izquierda de Carlos Bonilla y, sobre todo, por la fortaleza de Einstein Padilla, quien prácticamente batalló solo en el frente de ataque. En síntesis, lo realizado por la visita fue muy precario: careció de ideas y de algún jugador que se ponga el equipo al hombro en ese momento complicado. A los 31’, Vela dejó su lugar a Junior Ardián (por lesión), pero el planteamiento no varió. Sin embargo, tras una jugada confusa, Paolo Díaz infraccionó a Wilmer Sáez. El juez del encuentro, en uno de sus pocos errores, interpretó agresión mutua y echó del terreno de juego a los dos jugadores. Tras las expulsiones -a priori- el más perjudicado fue DIM, pero Gabriel Morote se las ingenió para reacomodar su esquema (Ardián y Zevallos cumplieron una labor mixta): el dominio no cesó en el pórtico iquiteño.
El arranque de la etapa complementaria coincidió con los primeros nubarrones que empezaron a oscurecer la tarde. DIM y UNAP encararon los primeros instantes con mucha cautela. Pese a ello, los locales desperdiciaron una magnifica oportunidad de ampliar la ventaja: a los 56’, John Vargas envió un servicio en profundidad para Carlos Peralta, pero al atacante miraflorino le faltaron piernas para superar al guardameta visitante en el mano a mano. A partir de ese momento, otro jugador empezó a cobrar protagonismo: Pedro Bautista se reenganchó al compromiso y, con sus desbordes, empezó a exigir a Frank Díaz y Jean Paul Sánchez.
La segunda estocada local llegó a los 61’. Y fue prácticamente un calco de la acción que le antecedió: Vargas generó un contraataque y encontró libre de marcación a Pedro Bautista. El ‘22’ albo arremetió por izquierda y, tras deshacerse de la marcación de Sánchez, envió un servició al otro extremo del área, donde se encontraba Peralta, totalmente desprotegido. La figura del terreno de juego solo tuvo que empujarla con su pierna derecha para batir la resistencia de Lomas. El 2-0 complicó en demasía el plan esbozado por Juan José Vásquez, estratega de la UNAP: a partir de ese momento tenía que proponer. ¿Cómo? Mandando al ruedo a Antonio Soto. Igual, la labor del ‘20’ auriverde no trascendió.
El tramo final del compromiso fue previsible. UNAP no pudo traspasar el cerco defensivo compuesto por Danny Uribe y Genebrando Arenas: lo de Einstein Padilla y el ingresado Wilger Saboya solo quedó en ganas. DIM, con los ingresos de Miguel Pérez Reyes y Máximo Beltrán oxigenó su delantera y mantuvo el balón en su poder. Así, a los 87’, llegó el momento de gloria, el de la tranquilidad: un tiro libre de Zevallos fue mal controlado por Lomas y el zaguero Uribe, quien pululaba por el círculo central, conectó el esférico con golpe de cabeza y puso el tercero para sus intereses, cerrando el telón de una jornada inolvidable para el aficionado miraflorino. DIM se instaló en los cuartos de final de la Copa y espera al ganador de la llave entre Tecnológico y La Rural. El camino cada vez es más corto.
Fotos: Wagner Quiroz / DeChalaca.com